Las Aventuras de Arthur Gordon Pym - Edgar Allan Poe
Cuando todos nos hubimos tranquilizado, nos pusimos a mirar la nave que se alejaba, hasta que se perdió de vista. El tiempo empeoraba y soplaba un ligero viento. En el preciso momento en que el buque desapareció en el horizonte, Parker se volvió hacia mà con una expresión en la cara que me dio escalofrÃos. TenÃa un aire de seguridad y entereza que nunca le habÃa observado. Antes de que despegara los labios, yo tenÃa el pálpito de lo que iba a decirme. En una palabra, insinuó que uno de nosotros debÃa morir con el fin de salvar a los demás.